lunes, 4 de octubre de 2021

SISTEMA OSEO

DBA 1. Identificar como un ser vivo comparte algunas características con otros seres vivos y se relaciona con ellos en un entorno en el que todos nos  desarrollamos.

OBJETIVO: Reconocer el Sistema Oseo , como parte fundamental del cuerpo  , identificar sus partes y su funcionamiento.


EL SISTEMA OSEO

Gracias a nuestro esqueleto, también conocido como sistema esquelético o sistema óseo, nuestro cuerpo mantiene su forma y estructura. El sistema óseo trabaja en conjunto con el aparato muscular para permitirnos el movimiento y el reposo. ... Hay un material blando llamado médula ósea dentro de los huesos.         


FUNCIONES DEL SISTEMA OSEO

1: sostén: los huesos son el soporte de los tejidos blandos, y el punto de apoyo de la mayoría de los músculos esqueléticos. 

2: protección: los huesos protegen a los órganos internos, por ejemplo el cráneo protege al encéfalo, la caja torácica al corazón y pulmones. 

3: movimientos: en conjunto con los músculos.

 4: homeostasis de minerales: el tejido óseo almacena calcio y fósforo para dar resistencia a los huesos, y también los libera a la sangre para mantener en equilibrio su concentración. 

5: producción de células sanguíneas: en la médula ósea roja (tejido conectivo especializado) se produce la hemopoyesis para producir glóbulos rojos, blancos y plaquetas. 

6: almacenamiento de triglicéridos: la médula ósea roja es reemplazada paulatinamente en los adultos por médula ósea amarilla, que contiene adipocitos.                                                              


                                                                                    
El sistema óseo está conformado  por:

Huesos. Estructuras rígidas, mineralizadas a partir de calcio y otros metales, son las partes más duras y resistentes del cuerpo humano y de los animales vertebrados. En su interior, además, se halla la médula que cumple con funciones hematopoyéticas (se crean los glóbulos rojos sanguíneos).

Cartílagos. Los cartílagos se encuentran en los extremos de los huesos, protegiéndolos al servirles de amortiguación, para que uno no choque con otro, evitando así el desgaste. Se trata de estructuras flexibles y gruesas, compuestas principalmente de colágeno.

Ligamentos. Tejidos fibrosos muy resistentes, densos y elásticos, que unen los huesos entre sí en los puntos de rotación que son las articulaciones. Así, es vital para el movimiento, pero también para evitar que los huesos se salgan de su lugar o se muevan antinaturalmente.

Tendones. Así como los ligamentos, se trata de tejidos fibrosos gruesos y elásticos, que unen la musculatura a las piezas rígidas de los huesos, permitiendo que la fuerza de las células musculares se transmita a los huesos y posibilitando así el movimiento voluntario

Los huesos sirven como escudo interno, aislando y defendiendo los órganos vitales. 

El sistema óseo también cumple con otras funciones.

Estructura. Los huesos del esqueleto le dan al cuerpo humano su forma definida y determinan su postura. Brindan rigidez y sostén a los tejidos blandos, manteniendo todo en su respectivo lugar.

Protección. Al ser piezas duras y poco flexibles, los huesos sirven como escudo interno, como protección contra las fuerzas provenientes de afuera del cuerpo, aislando y defendiendo los órganos vitales.

Movimiento. Junto a la musculatura, los huesos brindan al organismo la posibilidad de movimiento coordinado voluntario, pudiendo así desplazarse, utilizar herramientas, etc.

Hematopoyesis. En la médula ósea se generan distintos tipos de células sanguíneas, e incluso sustancias regulatorias.

Almacenamiento. En los huesos se guardan diversos minerales como el calcio y el fósforo, no sólo para proveerles de dureza, sino para emplearlos luego como insumo en la contracción muscular y otros procesos orgánicos, siendo así un almacén de recursos de último minuto. Por otro lado, los huesos permiten el almacenamiento también de ciertos tipos de lípidos, en la médula amarilla de su interior.

Enfermedades del sistema óseo

Las enfermedades más conocidas que aquejan al sistema óseo son las siguientes:

Cáncer. Producido en la médula ósea por la multiplicación anormal de ciertas células (mieloma) o a veces entre las células endurecidas de su parte más rígida (sarcoma). Conduce al debilitamiento de la estructura y a dolorosos entumecimientos locales.

Osteoporosis. Se trata de una pérdida crónica del calcio que endurece los huesos, muy asociada a la edad y a otros procesos propios del cuerpo humano, ocasionan el adelgazamiento de los huesos y el incremento de su fragilidad, lo cual requiere de un tratamiento combinado con suplementos de calcio y ejercicio físico.

Enfermedad de Paget. Se trata de una dolencia congénita que ocasiona el mal funcionamiento de las células que dan origen al hueso, lo cual conduce al engrosamiento y ensanchamiento anormal de la estructura del esqueleto.

Raquitismo. Debido a una deficiencia en la ingesta de vitamina D o algún problema endógeno que impide su absorción, los pacientes con esta enfermedad presentan un debilitamiento progresivo de los huesos, que los torna dolorosamente frágiles.


CUIDADOS CON EL SISTEMA OSEO


1. Practicar ejercicio regularmente. Es importante realizar ejercicios variados y de manera regular.
2.  Una alimentación saludable y rica en calcio. 
3  Sol y vitamina D. 
4.  No fumar. 
5.  Reducir el consumo de alcohol.
6.  Evitar las caídas.


OBSERVAR EL SIGUIENTE VIDEO PARA COMPLEMENTAR EL TEMA.







lunes, 14 de junio de 2021

EL APARATO DIGESTIVO

DBA 1. Identificar como un ser vivo comparte algunas características con otros seres vivos y se relaciona con ellos en un entorno en el que todos nos  desarrollamos.

OBJETIVO: Reconocer el sistema digestivo como parte fundamental de la nutrición , identificar sus partes y su funcionamiento.


LA NUTRICION

La nutrición es una de las tres funciones vitales, junto a la reproducción y la relación. En la función de nutrición interviene el aparato digestivo, el aparato respiratorio y el aparato circulatorio. 

Mediante la función de la nutrición ingerimos los alimentos y los transformamos en nutrientes. Los alimentos están formados por unas sustancias más sencillas, son los nutrientes. Existen distintos tipos de nutrientes: las proteínas (reparan y hacen crecer el cuerpo), los glúcidos y los lípidos (aportan energía), las vitaminas y las sales minerales (esenciales para el funcionamiento del cuerpo y prevenir enfermedades).


EL APARATO DIGESTIVO


PARTES DEL APARATO DIGESTIVO.

Boca—Los alimentos comienzan a movilizarse a través del tracto gastrointestinal cuando una persona come. Cuando la persona traga, la lengua empuja los alimentos hacia la garganta. Un pequeño colgajo de tejido, llamado epiglotis, se pliega sobre la tráquea para evitar que la persona se ahogue y así los alimentos pasan al esófago.

Esófago— Una vez que la persona comienza a tragar, el proceso se vuelve automático. El cerebro envía señales a los músculos del esófago y la peristalsis empieza.

Esfínter esofágico inferior—Cuando los alimentos llegan al final del esófago, un anillo muscular llamado el esfínter esofágico inferior se relaja y permite que los alimentos pasen al estómago. Este esfínter usualmente permanece cerrado para evitar que lo que está en el estómago fluya de regreso al esófago.

Estómago—Después de que los alimentos entran al estómago, los músculos del estómago mezclan los alimentos y el líquido con jugos digestivos. El estómago vacía lentamente su contenido, llamado quimo, en el intestino delgado.

Intestino delgado—Los músculos del intestino delgado mezclan los alimentos con jugos digestivos del páncreas, hígado e intestino y empujan la mezcla hacia adelante para continuar el proceso de digestión. Las paredes del intestino delgado absorben el agua y los nutrientes digeridos incorporándolos al torrente sanguíneo. A medida que continúa la peristalsis, los productos de desecho del proceso digestivo pasan al intestino grueso.

Intestino grueso—Los productos de desecho del proceso digestivo incluyen partes no digeridas de alimentos, líquidos y células viejas del revestimiento del tracto gastrointestinal. El intestino grueso absorbe agua y cambia los desechos de líquidos a heces. La peristalsis ayuda a movilizar las heces hacia el recto.

Recto—El extremo inferior del intestino grueso, el recto, almacena las heces hasta que las empuja fuera del ano durante la defecación.


Proceso de la digestión 

El aparato digestivo se encarga de realizar la digestión. 

1. En este proceso los alimentos son troceados por los dientes, ayudados por la lengua y se mezclan con la saliva formando el bolo alimenticio. 

2. Este bolo alimenticio pasa por la faringe, por el esófago y llega al estómago. 

3. En el estómago intervienen los jugos gástricos, que transforman los alimentos en una papilla llamada quimo.

 4. Este quimo pasa al intestino delgado donde recibe los jugos del páncreas y del hígado (la bilis), y se transforma en una papilla llamada quilo, formada por los nutrientes y el resto de alimentos que no se puede digerir. 

5. Seguidamente los nutrientes salen del intestino delgado hacia la sangre (absorción) y lo que no se puede digerir pasa al intestino grueso. 

6. El intestino grueso absorbe el agua y lo demás se transforma en las heces que se expulsan al exterior por el ano.

Dentro del proceso de la nutrición los alimentos juegan un papel muy importante , ya que de ellos depende el desarrollo físico y de salud del ser humano para ello se debe tener en cuenta el manejo de la pirámide de los alimentos y la forma como nos debemos alimentar.

La pirámide alimenticia contiene las proporciones indicadas para los 5 o 6 grupos alimenticios que se dividen en los siguientes:


Alimentos hechos a base de granos: son la base de la pirámide y aporta los carbohidratos necesarios para la energía diaria para el correcto funcionamiento del cuerpo. En este grupo se encuentra el arroz, las masas, el pan, el maíz y las tortillas. Se recomienda comer entre 6 a 11 porciones diarias.


Frutas y vegetales: se encuentran en el segundo nivel de la pirámide y proporciona al organismo la fibra, las vitaminas y los minerales necesarios. Se recomienda consumir 2 a 3 porciones de frutas y 3 a 5 porciones de vegetales por día.


Lácteos y derivados: son fuente de vitaminas, fósforo y calcio necesarios para la regeneración y fortalecimiento de los huesos y músculos. Se recomienda consumir entre 2 a 3 porciones diarias.


Carnes, pescados, huevos y legumbres: contienen aminoácidos esenciales para crear nuestras propias proteínas y fortalecer nuestro sistema inmunológico. Se recomienda ingerir 2 porciones diarias.


Las grasas, aceites y azúcares: forman el último nivel de la pirámide y se recomienda ingerir 1 porción diaria.


Al manipular los alimentos  a la hora de cocinar o de consumirlos, es necesario mantener una higiene adecuada, en especial el lavado de manos.



Para complementar el tema observar los siguientes videos: